miércoles, 19 de diciembre de 2012

O leggiadri occhi belli


Edouard Bisson (1856-1936)


O leggiadri occhi belli,
occhi miei cari,
vivi raggi del ciel
sereni e chiari,
poiché tanto bramate
di vedermi languire,
occhi belli che adoro,
mirate ch'io moro.

O serene mie luci,
o luci amate,
tanto crude al mio amor
quanto spietate,
poiché tanto godete
della fiamma ch'io sento
del mio grave tormento
deh miratemi un poco
e gioite al mio foco.
 
 
Oh  hermosos ojos bellos
mis amados ojos, (mis: en el sentido de: amados por mí, no mis propios ojos)
rayos vivos del cielo
serenos y claros,
ya que ustedes tanto desean
verme sufrir,
ojos bellos a los que adoro,
fíjense que me muero.
 
Oh, mis serenas luces, (luces= ojos)
oh luces amadas,
tan crueles frente a mi amor,
como despiadadas,
ya que tanto disfrutan/gozan
con la llama [de amor] que yo siento, 
con mi grave tormento,
vamos, fíjense un poco en mí,
y dénle alegría a mi fuego /a mi amor.   

jueves, 13 de diciembre de 2012

Falconieri - Bella porta di rubini


Tamara de Lempicka - El beso, 1922

Andrea Falconieri 1565-1656



Bella porta di rubini
Ch'apri il varco ai dolci accenti,
Se nei risi peregrini
Scopri perle rilucenti,
Tu d'amor dolce aura spiri,
Refrigerio a miei martiri.

Vezzosetta e fresca rosa,
Umidetto e dolce labbro,
Ch'hai la manna rugiadosa
Sul bellissimo cinabro,
Non parlar ma ridi e taci:
Sien gli accenti i nostri baci



Bella puerta de rubíes
que abrís el paso a las palabras dulces,
si cuando sonreis
dejas al descubierto esas perlas relucientes,
emanas un dulce aliento de amor (respiro),
alivio para mis sufrimientos.

Delicadísima y fresca rosa (delicaditísima, habría que decir porque está en diminutivo)
húmedo y dulce labio (húmedo tambien está en diminutivo)
que tenés maná cubierto de rocío
sobre el bellísimo rojo (color específico de los labios)
no hables, sonreí y callate:
que las palabras sean nuestros besos.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Stradella - Cosí Amor mi fai languir


Sebastiano Ricci (Belluno 1659 - Venecia, 1734)
Venus y Amor, 1700
Hampel Kunstauktionen


Alessandro Stradella:  1639-1682

Cosí Amor mi fai languir
non é mio ció che desio
chi mi fugge seguir deggio
e chi si strugge nel mio foco
ho da fuggir.
Cosí amor mi fai languir.

Cosí Amor mi fai penar
non mi dai chi tanto amai
il mio bene scacciar deggio
e mi conviene chi non amo
chi non amo, pur amar
Cosí amor mi fai penar


Asi, Amor, me hacés desfallecer,
no es mío lo que deseo,
tengo que seguir a quien huye de mí
y tengo que huir de quien se destruye en el fuego por mí. (manera elegante de decir: está caliente conmigo)
Así, Amor, me hacés desfallecer.

Así Amor, me hacés penar (sufrir)
no me das a quien tanto amé,
a quien amo (il mio ben) tengo que sacar (de mi cabeza)
y me conviene, a quien no amo,
a quien no amo, sin embargo, amar.
Así, Amor, me hacés, penar (sufrir)

La partitura acá

lunes, 3 de diciembre de 2012

Tomas de Celano - Dies irae





Letra: Tomás de Celano 1190-1260

Dies irae, dies illa
solvet seclum in favilla
teste David cum Sibylla.

Quantus tremor est futurus,
quando Iudex est venturus,
cuncta stricte discussurus!

Tuba mirum spargens sonum
per sepulcra regionum
coget omnes ante thronum.

Mors stupebit et natura
cum resurget creatura
Iudicanti responsura.

Liber scriptus proferetur
in quo totum continetur
unde mundus iudicetur.

Iudex ergo cum censebit
quidquid latet, apparebit
nil inultum remanebit.

Quid sum miser tunc dicturus,
quem patronum rogaturus
cum vix iustus sit securus?

Rex tremende maiestatis,
qui salvandos salvas gratis,
salva me, fons pietatis

Recordare, Iesu pie,
quod sum cause tue vie
ne me perdas illa die.

Querens me sedisti lassus
redemisti crucem passus
tantus labor non sit cassus.
 
Iuste iudex ultionis,
donum fac remissionis
ante diem rationis.

Ingemisco tamquam reus
culpa rubet vultus meus
supplicanti parce, Deus.

Qui Mariam absolvisti
et latronem exaudisti,
mihi quoque spem dedisti.

Preces mee non sunt digne
sed Tu Bonus, fac benigne
ne perenni cremer igne.

Inter oves locum presta
et ab hedis me sequestra,
statuens in parte dextra.

Confutatis maledictis,
flammis acribus addictis
voca me cum benedictis.

Oro supplex et acclinis,
cor contritum quasi cinis,
gere curam mei finis.
 
El día de la ira, ese día 
el mundo (la historia) se reducirá a cenizas,
según atestiguan David y la Sibila.

¡Cuán enorme temor sobrevendrá
cuando el Juez haga acto de presencia
para juzgarlo todo con rigor!

Esparcirá la trompeta un admirable sonido
por entre los sepulcros de las naciones,
convocando a todos los hombres ante el trono       
                                                    
La Muerte y la Naturaleza quedarán estupefactas
cuando las criaturas resuciten
para responder ante el Juez.

Se mostrará el libro escrito
que todo lo contiene
y en base al cual será juzgado el mundo.

Cuando el juez haya juzgado
se mostrará todo lo oculto,
nada quedará sin castigo.
  
¿Qué diré yo entonces, desdichado?
¿A qué defensor suplicaré,
cuando apenas el justo estará seguro?

Rey de terrible majestad, que salvas
graciosamente a quienes deben salvarse
¡sálvame, fuente de piedad!

Recuerda, Jesús piadoso,
que fui la causa de tu venida:
no me pierdas aquel día.

Tratando de encontrarme te sentaste fatigado,
por redimirme padeciste la cruz:
que tan gran sufrimiento no sea inútil.

Justo juez de la venganza:
otórgame el don de perdonarme
antes de día de cuentas.

Gimo como un culpable,
mi rostro se enrojece de vergüenza:
¡oh Dios, perdona a quien te suplica!

Tú que absolviste a María
y que escuchaste al ladrón,
me has hecho tener esperanza también a mí.
                                           
Mis plegarias no son dignas,
pero Tú, que eres bondadoso, concédeme benignamente
que no arda en el fuego eterno.

Concédeme un lugar entre las ovejas
y apártame de los machos cabríos,
colocándome a tu derecha.

Una vez confundidos los malditos
y entregados a las llamas atizadas,
llámame con los bienaventurados.

Te lo ruego suplicante y de rodillas,
el corazón destrozado y casi en cenizas:
cuídame en mi última hora.